Durante varios años, sobre todo cuando empecé mis andanzas en el mundo de los negocios online, sufrí el síndrome de la impostora.
Al principio no me daba cuenta, pero las señales estaban ahí…
- Quería hacer muchas formaciones y ganar más experiencia antes de lanzarme a hacer lo que fuera: crear mi web, escribir un artículo, ofrecer mis servicios…
- Seguía a emprendedores referentes de mi sector y me imponía objetivos y resultados para llegar a esos niveles…
- Aunque diera pasos adelante, no me parecía suficiente. Siempre quería conseguir más, para llegar a esos objetivos que me marcaba…
- Procrastinaba una y otra vez porque nunca estaba satisfecha con la calidad de lo que estaba ofreciendo…
- Tenía miedo a exponerme y darme a conocer por lo que mi entorno pudiera pensar de mi…
- Tenia miedo a hacer el ridículo o a hacerlo mal…
En definitiva, tenía miedo a no ser suficiente para mis clientes, para el mercado, pero, sobre todo, para mí misma.
Tenía miedo a no dar la talla.
Y si te soy sincera, todavía me sigue pasando, aunque en menor medida.
En mi caso la peor consecuencia es la parálisis: dejar de avanzar hacia mis objetivos.
Postergar hasta sentir que tengo los suficientes conocimientos y experiencia.
No hacer lo que tengo que hacer hasta sentirme suficiente.
La realidad es que ese momento nunca llega.
Porque siempre hay algo más que puedo aprender o hacer.
Y esto te lleva irremediablemente a minar tu autoestima cada vez más, algo que pasa casi sin darte cuenta.
Entonces, ¿cómo salir de este círculo vicioso cada vez más limitante?
El síndrome de la impostora no es un problema de falta de conocimientos…
Es un problema de mentalidad.
Como te comentaba en un artículo previo, creer que no eres lo suficientemente experta es una de las creencias limitantes que te impide dar el paso a crear el negocio que deseas.
Una de las más potentes.
Por lo tanto, el primer paso es cortar esa creencia de raíz.
Te hago una pregunta:
¿De verdad crees que eres una impostora?
La RAE nos da varias definiciones: alguien que presenta algo falso como verdadero, una persona que se hace pasar por quién no es…
Alguien que te vende algo que no existe, coge tu dinero y desaparece, o no te da nada a cambio.
Cuando entendí que no era una impostora, otros pensamientos vinieron a mi cabeza:
¿Y si mis servicios no dan el suficiente valor a mis clientes?
¿Y si lo hago mal?
¿Y si no consigo los resultados que quiero?
Hay gente muy buena en el mercado que se dedica a lo mismo que yo…
Si comparo lo que ofrecen con lo que ofrezco yo…
Puede que no te sientas como una completa impostora y vendehúmos, pero tampoco te sientes completamente segura de ti misma y de tus capacidades.
Y me di cuenta de que, aunque fuera en un grado más sutil, seguía siendo el síndrome de la impostora atacando de nuevo.
Cada vez que estos miedos vuelven a atacarme, me centro en las dos soluciones que te presento a continuación:
Solución 1: Vende tus Experiencias
Cuando inicias un negocio, lo más habitual es posicionarse como una experta y vender conocimiento, pero esto puede activar el síndrome de la impostora en cualquier momento.
En cambio, si vendes experiencia, te liberas de querer formarte más y más.
Puesto que estás vendiendo algo que ya tienes.
Céntrate en ayudar a solucionar un problema que tú ya has resuelto en tu vida.
Vende soluciones a problemas reales por los que has pasado.
Hay un montón de personas que tienen y van a tener ese mismo problema o situación en su vida.
Por muy insignificante y pequeño que te parezca a día de hoy eso que lograste superar, recuerda que antes de solucionarlo probablemente te parecía algo imposible de conseguir.
Así se sienten muchas personas ahora.
Personas que necesitan de tu experiencia.
No menosprecies tus experiencias vitales, ya que pueden ayudar.
Y mucho.
En definitiva, cuando ayudas a las personas en algo que tú ya has superado, no hay ninguna creencia capaz de desmentir que eres válida. Al fin y al cabo, enseñas algo por lo que tú ya has pasado, ¿cómo no vas a ser válida para enseñar eso mismo?
Si has hecho una mudanza, ¿podrías contar cómo ha sido tu experiencia y dar los trucos y contar los errores?
Si has tenido una ruptura amorosa, ¿podrías contar cómo lo has superado, los pasos que has dado?
¡Claro que sí!
Porque ese conocimiento ya está integrado en ti a modo de experiencia vital.
Además, trabajar con este enfoque, tiene más beneficios para tu negocio:
- Conectas más y mejor con tus clientes, ya que estos son la versión antigua de ti misma. Les entenderás a la perfección.
- Sabes exactamente por lo que están pasando, por lo que podrás crear soluciones a medida sin tener que pasar horas investigando y formándote más.
¡Todo son beneficios!
Solución 2: Céntrate en los Novatos
Si esto de vender tus propias experiencias no te acaba de convencer, otra opción es ayudar a aquellas personas que tienen conocimientos básicos o nulos sobre lo que tú enseñas.
Lo primero es aceptar que a día de hoy tienes los conocimientos que tienes.
Ni más ni menos.
No es ni mejor ni peor.
Y con los conocimientos que tienes actualmente, ya puedes ayudar a muchas personas.
En realidad, cuando queremos aprender algo nuevo, o superar un problema, hay varias fases.
Si eres un principiante, te apuntas a un curso básico, porque no podrás seguir el curso avanzado.
Lo que comprendí es que la mayoría de los profesionales referentes en cualquier sector quieren ayudan a personas más avanzadas, porque tiene más caché (no sé quién lo ha dicho pero creo que es una creencia generalizada, y así lo vivía yo).
Pero, ¿qué pasa con los novatos que están empezando?
Muchas veces nos olvidamos de que hay un gran segmento de mercado de personas que saben muy poco o nada.
Te voy a poner un ejemplo de mi propio sector.
Hoy en día, hay muuuuchas personas que enseñan a crear un negocio online.
Pero casi ninguna (que yo conozca) que empiece por niveles muy básicos: enseñar a navegar por internet, ofimática básica, enseñar a descargar un documento de internet, gestionar el correo electrónico sin borrar emails accidentalmente…
Por mi experiencia, he comprobado que es muy difícil enseñar a alguien a crear un negocio online si no tiene los conocimientos básicos sobre el manejo de la tecnología.
¿Y qué hace alguien que no se maneja con el ordenador en un curso para crear un negocio online, donde le enseñan sobre webs, redes sociales, embudos de venta y herramientas digitales con nombres en inglés?
Perder su dinero.
Porque le va a ser muy difícil, por no decir imposible seguir ese curso.
Y aunque es una necesidad de muchas personas, parece que eres menos profesional por ofrecer conocimientos más básicos.
La realidad es que todos empezamos por algún lugar.
Para correr, primero hay que aprender a andar. Y para aprender a andar, primero tenemos que gatear.
En tu sector, ¿crees que puedes enseñar a gatear a tus clientes?
Si tú ya sabes andar… estoy segura de que sí.
Algo muy importante que he aprendido es que, para guiar y ayudar a otros, es suficiente con estar un paso por delante de ellos.
Como mínimo.
Y a medida que tú vayas avanzando y “subiendo de nivel” también lo harán tus clientes.
Resumiendo: no eres más ni menos por ofrecer conocimientos más básicos o avanzados.
Hay mercado para todos.
Yo he tenido muy buenas experiencias trabajando con clientes de conocimientos más básicos, me he sorprendido viendo que, en la mayoría de los casos, son mejores clientes, más agradecidos y valoran mucho más mi trabajo.
¡Más beneficios!
Conclusión
Con estos dos enfoques, eliminarás en gran medida este síndrome de la impostora, o miedo a no ser suficiente.
Pero no te duermas en los laureles…
Cada vez que tengas dudas sobre ti misma, vuelve a recordar y replantear con nuevos argumentos por qué eres más que suficiente para hacer lo que tengas que hacer en ese momento, ya sea lanzar un nuevo producto o servicio, mostrarte en redes sociales o enviar un email a un posible cliente o colaborador.
¿Has identificado alguna situación en tu vida en la que el miedo a no ser suficiente te ha impedido hacer lo que querías? Cuéntame en los comentarios cómo has logrado solucionarlo, y crearemos juntas una lista de recursos a la que poder acudir 🙂